domingo, 2 de mayo de 2010

Declaración de un ser sensible.

Pensar que lo charle tanto con mi almohada, ideando formulas y formas de hablar relajado y poder decirte absolutamente todo todo lo que me pasaba por dentro. Pensar que hable con mi almohada, que le pedí consejos para enfrentar la situación, donde, cuando, por donde empezar, que decir. Pensar que fue la sabia de mi madre la que me convenció de enfrentar y que fue ella quien me dio la idea de invitarla a tomar algo, una coca, un café o lo que fuere para suavizar la situación. Y pensar que yo, con mi incontrolable imaginación, creaba en mis adentros la imagen virtual de ella sentada enfrente mío en un pequeño bar a la vuelta del pasaje La Porteña, ahí sobre Condarco, con la botella de vidrio de Coca-cola que interrumpía su figura tan adorable y odiosa a la vez, que me producía tanta debilidad, esa cara de ser así que solo ella puede hacer porque sí y nadie mas que así. Como me debilitaba. Pensar que todos esos preparativos para que la declaración sea absolutamente perfecta y no halla error de acentuación o punteado en mi discurso. Pensar que todo eso no era mas que para enfrentarme a mi insoportable silencio y decirle, sin mas preámbulo, ''me gustas''.

3 comentarios:

Arlen dijo...

si todo lo qe escribo es mio pero vos también escribis lindo :] ehhehe un abrazo juli

bárbara dijo...

¿todo eso, para llevarla al bar de condarco?

perá, mejor te hablo por eme, sene.

Anónimo dijo...

Más tierno! , dah yo quiero un abrazo tuyo.