domingo, 19 de septiembre de 2010

Armason.

Eh aquí, en mi enredadera pensante paralela a mi encolerisacion alcohólica momentánea que me veo abdusido por las masas negruzcas invasoras de mi cabeza. Una angustia subliminal desmorona el sentido comun de lo humano e insoportabilisa mi razón de ser ¿cual? no sé, eso no lo sé, no ahora, que la masa no deja ver. Entonces me hallo en mi cuartujo de colores divinos para regosijarme en mi ansiosa soledad y contemplar pasivo mi paranoia impasible en minutos horas de segundos. Me dejo caer sobre la cama como una invertebrada feta de jamón cae sobre el resto de sus hermanas en la friambreria del chino de enfrente. Embalsamado por el traje nuevo acartonado, desahogo el cuello de la camisa forsejeando la corbata en su zona nudal y con la cara frente al colchón sabana frazada, asomo las manos sobre el armason y hundo mi cara en un abismo obviando mis lentes de ver que de a poco, mientras incremento presión, van doblando hasta mas no poder. Y pienso en el todo etéreo que redondea mi cráneo peludo de enrulados flecos salientes sin luz, castaños. En ese nada que no me deja ver, que solo da lugar a un solo tema a replantear, y que es siempre el mismo, siempre ahora porque ayer no fue. La pregunta recorre el cerebelo consiente e inconsciente hasta desmembrarlo de respuestas incoherentes, que si, que no, que sé yo. Pensando así nada se es claro, todo es borroso, estrepitoso, paranoico y ansioso. De a poco incremento la presión cavando así una fosa aun mas acentuada sobre el colchón de la almohada, forsada la resistencia de los armasones de mi vista, quebrantujando los cristales, que pasan a unirse a mis ojos, haciéndolos doler de satisfacción, placer aéreo por bajada de presión, presión sensible a mi extrovertida imaginanda que escucha visiones constantes que desmaterializan mi cuerpo, lo enfrían y lo ponen en remojo al frió viento de las olas. La funda blanca se moja en rojo, se fermenta mi cabeza, el pánico, el ardor, mas aun mi cuerpo se mantiene al margen como si no formara parte de la trágica. La prensa continua hasta un punto indeseado en el que se ve forzado a ceder y pierde origen. Aflojan las manos, afloja mi cuello, destensan las piernas y ausentes mis sesos.
Por un momento, dos, logro ver en claro... concepto... y todo esto por amor.

3 comentarios:

Arlen dijo...

juli el fantasma escritor

Anónimo dijo...

sajkdjgfkldjg

<3

natal dijo...

pero que piola como escribe este pibe